INTRODUCCIÓN
Sobre el autor
Biodata / Fanny Jem Wong
Fanny Wong Miñán (Lima, 1964). Conocida en los medios culturales como Fanny Jem Wong. Es descendiente de chinos de segunda generación por línea paterna y cuarta por línea materna. Magíster en Psicología Educativa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su obra ha sido publicada en numerosas antologías y en las revistas literarias Sur a Sur, Usul – Raíces de la Asociación Salvadoreña Palestina, Estación Com-Partida, Palabra en Libertad, La manzana mordida, Bambú y Pliego peruano de Haiku. En 2011, su poema «El llanto del payaso» inspiró la obra teatral Delirando de la compañía ATO Teatro, que fue presentada en el XXXIV Festival de Teatro de El Ejido, España. Sus poemarios El péndulo amarillo (2019), La médula nocturna (2021) y Retazos amarillos y el piano negro (2022) fueron mencionados en los recuentos anuales de la revista Caretas, elaborados por el reconocido crítico literario Ricardo González Vigil. En 2011, fue distinguida por su trayectoria literaria en la Cámara Internacional de Escritores y Artistas (CIESART) de Barcelona. En 2021, el Congreso de la República del Perú la distinguió como «Ciudadana honorable» en el marco de las celebraciones por el Bicentenario de la Independencia del Perú y en homenaje a los 486 años de fundación de la ciudad de Lima. Ha sido incluida en la Enciclopedia General del Callao publicada por el Gobierno Regional del Callao. Sus poemas han sido publicados en Hojas sobre las raíces. Antología literaria de autores tusanes, compilada por Ignacio López-Calvo y Rodrigo P. Campos.
Desliza
Testimonio sobre la ascendencia China
por Fanny Jem Wong
Escuchar Testimonio
Soy segunda generación tusán por línea paterna (Wong) y cuarta por línea materna (Loo). Mi abuelo Ricardo Wong León, cuyo nombre en chino fue Wong Angán, nació el 24 de diciembre de 1901, en Zhongshan, Guangdong (Cantón). En 1913, mi abuelo y dos de sus hermanos parten de Guangdong hacia Hong Kong, y se embarcan en un navío, vía Rusia hacia América. Mi abuelo contaba que salieron de su país debido a la Revolución cuyas luchas y enfrentamientos se produjeron justo al sur de China, en Guangdong.
Mi abuelo llegó al Perú entre los años 1913-1914, cuando tenía 13 años de edad. Tiempo más tarde, llegaría al Perú otro de sus hermanos, mi tío abuelo Vicente Wong León, quién se estableció como comerciante y formó familia con esposa peruana, y tuvo cinco hijos que se dedicaron a la medicina en diversas especialidades. Ellos son mis tíos Pedro, Augusto, Enrique, Zoila y Juan. El hermano mayor de mi abuelo permaneció en China, fue un alto jefe militar durante el gobierno de Sun Yat Sen. Mi abuelo Ricardo Wong León, se casó con peruana, natural del Callao, cuyo nombre fue Julia Josefa Espinoza Smith, nacida en 1907, a quién todos sus nietos llamábamos abuelita “Chepa”, poeta de corazón, locuaz declamadora y ferviente admiradora de Vallejo.
Nieta de Don Juan Bautista Espinoza Grijalva, nacido en Venezuela en el año 1789. Miembro del Ejército Libertador de Don Simón Bolívar, como capitán de Lanceros de Venezuela. Miembro fundador de la “Sociedad de Fundadores de la Independencia” en el Perú y miembro del ejército durante el Combate del 2 de mayo de 1866. Razón por la cual el Presidente de la República Don Ignacio Prado le otorgó el diploma y medalla de Benemérito de la Patria. Mis abuelos al casarse tuvieron diez hijos: Ricardo, Julia Fidelia, Luisa, Miguel, Juan Modesto, Isabel, Fernando, Zoraida, Alberto y Julio Víctor, mi padre, como ven todo un batallón. Sin embargo, crió algunos hijos de paisanos, entre ellos las mellizas cuyo padre fue el señor Hu, que había quedado viudo. Así que, la mesa a la hora de la comida era enorme. A pesar de que no tenían fortuna, los abuelos patrocinaron la ayuda hacia los paisanos.
Algo que siempre me llamó la atención, es que mi abuelo fuera alfabetizado, cosa rara para un emigrante chino en esas épocas, en dónde solo recibían educación ciertas élites. Por tal razón me puse a investigar, encontré que por ejemplo que, en 1919, es decir cinco años después de su llegada al Perú, en China el 95% de la población era analfabeta. Sin embargo, mi abuelo leía y escribía en su lengua madre. El español siempre lo hablo masticado, como la mayoría de sus iguales influenciado por su etnia asiática, pero para mí esa particular forma de hablar siempre me sonó a música. Yo sólo sé que mi abuelo hablaba cantones y que tenía por costumbre leer el diario El Comercio y su periódico chino el Man Shing-po.
Mi abuelo fue comerciante y también como muchos de sus paisanos se dedicó a la culinaria. Mi primo mayor Luis Alberto Rigail Wong, me contó que el abuelo trabajó una época en el chifa San Joy Lao, cuya historia data de 1927. Luego se asoció con su paisano y amigo Germán, cuyo apellido no recuerdo, y pusieron un chifa que se llamaba “El Olímpico” en la Victoria. Pero no les fue bien. En otro tiempo estuvo en Huacho en el chifa España. De ese tiempo muy poco se sabe. Mi padre también me dijo que mi abuelo había trabajado en el chifa Nacional, al costado del Club La Unión, durante un tiempo como cocinero principal.
Mi tío Pedro Wong, primo hermano de mi padre, me contó que mi abuelo hacía teatro chino de joven, con la gente de la Sociedad Central de la Beneficencia China. Por su refinamiento protagonizaba roles femeninos.
Cuando llegaba a su casa en el Callao traía cosas de comer, chancho, gallina asada, pescado salado, té, arroz, pasteles, min pao, salchichas, una especie fideos en forma de ladrillos, especerías chinas y otras cosas de comer con sabor oriental, que se acostumbra comer en casa de tusanes.
Con sus hijos sí parecía un filósofo porque cuando los corregía, según cuenta mi padre, era a través de metáforas e historias, y eso es lo que aprendieron mis tíos y mi papá, y hasta nosotros mismos, los nietos, utilizamos esa forma para poder hacer que tomen conciencia sobre los valores, los miembros de la familia. Mi casa tiene muchas cosas orientales, me gusta mucho el rojo, me casé de rojo, tengo altar para los muertos, como mucha comida oriental, solamente sé cocinar eso, comida criolla casi no hago yo, las pocas veces que cocinó, todo es chifa. Sé muchas leyendas y tengo muchos dioses. Soy católica, pero tengo muchas divinidades chinas en casa. Tengo a Kuan Kung , Kuan Yin , el dios de la sabiduría , de la longevidad , las tortugas, los dragones. Mi padre disfrutaba mucho de los fuegos artificiales al igual que el abuelo decía que espantaban los malos espíritus.
Desliza
Poemas & fragmentos
de escritos
01
Selección del poemario Haikus
Escuchar
I
sábanas blancas
bandadas de gorriones
suenan las flautas
II
tejiendo horas
el otoño invade
mueren los olmos
III
con pies desnudos
sonrisas placenteras
vuelan las garzas
IV
cantos de niños
esferas saltarinas
danza el jazmín
V
sobre el papel
mares de roja tinta
pariendo versos
02
Selección del poemario La médula nocturna
Escuchar
I
La médula recogida
no aspira lozanía.
La tersura alivia,
no agiganta.
II
La carne avanza, se putrefacta,
el retorno no tiene lugar.
El pasado, el presente
son solo figuras etéreas.
III
Aún los sueños
son retroceso.
El tiempo anterior
una banalidad,
detestable y odiosa.
IV
La médula recoge
los instantes donde se aprende.
Lo aprendido no es el tiempo,
es atraso, fue presente, se marcha.
V
La noche, el día
la penumbra, la luz,
fugaces ilusiones
comparten el vacío,
lo intrascendente.
VI
La realidad vive ajena
no hay espacio, ni tiempo.
El tiempo, el espacio,
los instantes
pequeños universos.
Por las noches son aires,
son negras velas
que aquí se alimentan.
03
Selección del poemario Péndulo amarillo
Escuchar
I
mis emociones
péndulo amarillo
deshojándose
II
piel amarilla
viajas sin rumbo fijo
seis estaciones
III
ojitos negros
carita de min pao
infinita luz
IV
en luna llena
sakuras y hortensias
enlazan tallos
V
en el estanque
las aguas se elevan
besos y rezos
VI
bajo sus hojas
honorable anciano
cierras los ojos
VII
señor oscuro
soplas fuerte y lejos
quiebras el bambú
Desliza
Publicaciones
Publicaciones
Haikus
Poemario
Nos presenta 80 haikus de diversas temáticas, de los cuales hay que resaltar dos cosas fundamentales, primero, respeta formalmente la estructura del haiku de tres versos (5-7-5 sílabas, respectivamente), y la comunicación excelsa de la belleza a través de la palabra (libre, catártica, amorosa, vida-muerte). (Fuente: José Beltrán Peña)
Ediciones Amantes del País, 2018
Ver libroPéndulo amarillo
Poemario
Una de las colecciones de haikus más originales de la autora en el que incorpora elementos tradicionales de la cultura china: cerezas, bambú, mangas de seda, papel de arroz, faisán, jade, incienso, min pao, entre otros. Introduce el color amarillo que aparece sutilmente en algunos de sus haikus, para representar la luz o la piel, otra referencia a la cultura china donde simboliza la prosperidad y la riqueza.
Gaviota Azul Editores, 2019
Ver libroLa médula nocturna
Poemario
En La médula nocturna se publican treinta y ocho poemas breves, en los que la vida trata de dar luz y descubrir al entendimiento esa verdad que ella encierra, en el que “El pasado, el presente/ son solo figuras etéreas”. (...) “La noche, el día/ la penumbra, la luz,/ fugaces ilusiones/comparten el vacío,/ lo intrascendente”. Nos pone frente a una realidad frágil / fugaz, de aquello que no da razón de ese absoluto que lo envuelve todo. (Fuente: Teodoro J. Morales).
Gaviota Azul Editores, 2021
Ver libroRetazos amarillos y El piano negro
Poemario
Con este nuevo libro oscuro, erótico, catártico, hermético y bello, su valiosa comunicación enciende nuestros impulsos, pensar e imaginación, demostrándonos no solo su talento para la escritura sino su calidad literaria sin fronteras ni tiempo, convirtiéndola en una de las mejores poetas del país de trascendencia internacional. (Fuente: José Beltrán Peña, 2022).
Gaviota Azul Editores, 2022
Ver libro
Comentario
literario
Fanny Jem Wong es autora de los poemarios Haikus (2018), El péndulo amarillo (2019), La médula nocturna (2021) y Retazos amarillos y el piano negro (2022). En ellos aparece un rico diálogo con la naturaleza (y, en particular, con la luna), así como frecuentes referencias a una china ancestral con bosques de bambú, papeles de arroz, dragones, un Emperador Amarillo y topónimos chinos. Así, en “Golondrina del banjó” oímos ecos de un modernismo exotizante con orgullosas referencias a un refinado mundo chino: una princesa amarilla, pálida y de ojos rasgados va vestida de plumas y jades, y porta un amuleto rojo mandarín. Mira de nuevo al este en Haikus y Péndulo amarillo, no solo por el formato del haiku sino a veces también por las imágenes y el gusto por el color amarillo. Las referencias a la cultura japonesa aparecen con ecos de Matsuo Basho y referencias a sakuras: “en luna llena / sakuras y hortensias / enlazan tallos”. Otros poemas evocan un erotismo sutil, como en los siguientes haikus: “vida y muerte / entre sábanas blancas / deslizándose” y “cerezas rojas / pasiones sin alivio / el bambú crece”.
Por: Ignacio López-Calvo